Cerca y susurrante, callado y perturbado habla el viento de sus dichas y agonías sus viajes y sus historias.
Yo lo escucho en silencio y lo imagino vestido de otoño, o de invierno y leo en sus ojos la melancolía de todo aquello que no pudo tocar pero que rozó sus brazos, todo aquello que quiso poseer y le fue arrebatado...como su propio cuento y sus milagros.
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