Tuesday, February 27, 2007
Lo protagonizó Lorena cuando el reloj marcó 4:53 PM
De las ocaciones en las que intentó morir conservaba algunos recuerdos difusos pero sabía que le iban a ser inútiles mientras esperaba que llegue el fin por el camino usual.
Sobrevivía, aunque no muy gustoso. Casi inanimado asistía a las reuniones de el club que detestaba y se sentaba sin pronunciar palabra a mirar desde un punto lejano, como quién estudia el desenvolvimiento de las criaturas de la selva, curiosa la comparación siendo los gremios tan parecidos entre si, pensaba, aunque por lo general observaba como quien no ve nada tan solo colores, formas, imágenes sin sentido y movimientos...a pesar de esto, seguían considerándolo célebre.
Algunas veces lo invitaban a participar en eventos y mesas redondas, a dar discursos, a los que él se negaba educadamente a lo que los miembros del club reaccionaban con asombro, es un sabio decían algunos, es un parco un completo histérico! pero todas estas hipótesis solo lograban incrementar la fascinación por el sujeto a quien le resultaban completamente indiferentes los juicios, especialmente de terceros.
Vivía solo en un departamento pobremente amoblado en el centro de la ciudad, lo que le causaba algunas molestias en la noche, cuando trataba de escribir la columna del diario en el que trabajaba, que le daba lo justo para mantenerse en la misma situación de por vida...no tenía ningún ánimo de ascender de puesto o de conseguir un mejor empleo, tenía lo que necesitaba, no más...no tenía ningún tipo de aspiraciones además de un plato de comida, nada exquisito pues creía tener adormecidas las papilas gustativas cosa que le interesaba menos que cualquier otra cosa.
No tenía televisión, se levantaba temprano a comprar el diario en la esquina saltando bruscamente la página donde aparecía su columna y las críticas, se enteraba de lo más importante, luego salía y tiraba los papeles en un gran tacho de basura que había fuera de el condominio al lado de un poste, las noticias que fueron ya no serán...
Cuando no podía dormir leía casi por inercia, sin prestar atención hasta que los ojos le pesaban, dejaba el libro que generalmente había leido más de un par de veces en la mesa de noche, apagaba la lámpara de luz tenue azulada y dormía.
Hace mucho que no soñaba, o al menos no recordaba ningún sueño al despertar.
Cuando lo saludaban por la calle dibujaba una sonrisa que parecía herirlo de manera particular, lo curioso sería saber por qué aún aceptaba hacerlo aunque tuviera que sufrir consecuencias. No tenía familia ni amigos aunque muchos se consideraban sus parientes y colegas...la gente hablaba de él como un hombre admirable, muchos querían tener su vida, a él le hubiera gustado cedérsela a cualquiera...el primero que la pida, sin embargo y por desgracia eso no estaba permitido.
Un día llegó la muerte y abrazó su cuerpo al fin, la causa fue bastante cuestionada pero él nunca llegó a enterarse y tampoco le importó, se sentó en su propio y multitudinario funeral con una sonrisa que ya no dolía, a observar como antes, al lado del ataud, el circo.
Cuando se aburrió se paró y caminó hasta su casa...seguía leyendo el periódico todos los días pero ahora no saltaba ninguna página y reía, la pantomima continuaba sin él y continuaría...pero qué importancia tenía a estas alturas? él ya no estaba allí...o si?
 
Thursday, February 22, 2007
Lo protagonizó Lorena cuando el reloj marcó 10:06 PM

La apariencia y la actitud infantil es una de mis máscaras predilectas, talvez la única que uso hoy en día...mis eternas reacciones caprichosas en las cuales acepto mi disociación de campos, soy una mujer que está actuando como niña, si y qué? Lo más curioso es que en mis despliegues de travesura intermitentes existe una aceptación que a la vez está marcada por un fiel convencimiento de la realidad y validez de mis actos...que ese es mi lugar, que soy una infante indefensa...todo forma parte de la gran sátira, de la tragicomedia.
Dentro de la mirada y expresión infantil se deja ver un lado oscuro, un lado eternamente analítico encerrado en ese cuerpo camaleónico que muestra la fuerza o la debilidad dependiendo de el momento y el lugar, calculador.
Poca es la gente que realmente conoce mi realidad, al menos ciertas facetas de mi realidad, no los escogo...vienen a mi y tienen una percepción especial a la que no puedo negarme, esas personas saben exactamente donde ponerme el dedo para tocarme la yaga, y por eso a muchos de ellos los trato con respeto y hasta con algo de temor.
La eterna observadora, la despiadada, la canibal, la fría, la espectadora, está dentro, perfectamente escondida, protegida, por el caparazón de la niña inocente y de sonrisa pegajosa, aquella de los rizos curiosos. Se pueden distinguir en el fondo de una mirada disfrazada de tristeza y agonía de falta y necesitad, las cenizas de el ser humano que trata de levantarse del polvo ,de erguirse, de formarse de la nada, con los retazos de la gente, de las teorías, de las ideas aquellas que han sido seleccionadas como válidas y también de las seleccionadas como inválidas, de los movimientos, reacciones y miradas, muchas de ellas en las que se logra divisar la sombra de mis propias perversiones y enfermedades. Poder ver mi reflejo en los ojos de quien está frente a mi más claramente que en cualquier espejo, es lo que me confirma que no somos sino una gran masa, un todo, una milésima parte de un sistema superior, capaz de engullirnos.
No soy diferente a nadie, todos son igual de perversos, igual de histéricos, neuróticos, fóbicos y obsesivos, talvez en diferentes grados, talvez en diferentes direcciones, la diferencia solo está en saberlo aceptar y aprender a convivir con las demencias propias y colectivas. Yo dejé caer todas las máscaras, las dejé en alguna esquina, la única que aún me cuesta trabajo soltar es la de la niña....a esa le he agarrado más cariño supongo...
 
Monday, February 19, 2007
Lo protagonizó Lorena cuando el reloj marcó 7:37 PM
Cada vez que espero algo que no termina de llegar, por cualquier motivo, me persigue la imagen siempre fresca de mi padre prometiendo ir a verme y mi propia imagen de niña esperándo hasta quedarme dormida en la puerta de mi casa, vestida y con mochila puesta mirando hacia afuera...escuchando el sonido de los vehículos ajenos cruzar la calle, el timbre de la farmacia, el sonido del teléfono que nunca era para mi.
Hoy esa imagen aún me persigue...con el más mínimo retraso y en cualquier espera...me veo indefensa aguardando lista y agotada, estúpidamente emocionada y aún con esperanzas algo que nunca termina de llegar, mi papá.
Entonces no había celulares, ahora sirven para que nadie los conteste, en fin, no hay diferencia.
Hace algún tiempo me juré no volver a esperar a nadie, porque no quiero sentir eso de nuevo, porque no quiero volver a experimentar ese vacio, ese estúpido sentimiento de urgencia...dije que NO MAS.
Hoy casi sin darme cuenta me puse a merced de una espera innecesaria...que terminó en otro fracaso sin intenciones, más flashbacks, más sentimientos de estupidez por todas las veces que esperé y creí, más recuerdos de la niña emocionada en la esquina de casa escudriñando por las rejas, de mi madre mirándome con lástima sin saber como convencerme de que vaya a recostarme, de que era muy tarde ya...el sentimiento de la fracasada que espera lo que no llega nunca ni llegará.
Cuando recuerdo a esa niña y su sonrisa cuando aún no era la hora de la supuesta cita, me dan nauseas y luego infinita tristeza...contemplarla sin querer, mirar el reloj de reojo para que nadie sepa que existían dudas, siempre trataba de convencerme de que ESTA VEZ NO IBA A SUCEDER...no esta vez, esta vez el vendría...
Sobreviene el recuerdo de la navidad que pasé esperándo a mi papá mientras este se emborrachaba en un bar de cuarta...
No vuelvo a esperar a nadie, no voy a volver a sentir el rechazo, no voy a volver a ver el flashback de mis escenas infantiles traumaticas inconclusas.
 
Friday, February 16, 2007
Lo protagonizó Lorena cuando el reloj marcó 3:21 PM
Me cansé de la vulgaridad de los asquerosos humanos,
Eché la máscara a los escombros y observé que se derretía tal como lo hizo mi paciencia,
como se desintegró en el limbo la última esperanza que tenía en esta raza maldita:
la mía, la tuya.

No voy a revolcarme entre las cenizas para rescatar lo que queda,
ya no, la dejo perecer mientras la observo con paciencia, la que quedó...
como quien espera mirando fijamente un reloj el abrazo de la muerte piadosa...

Que se apaguen las voces de la hipocrecía y la arrogancia, todas!
que desde hoy mis oídos no tengan que ser partícipes del teatro nauseabundo,
de los que se aprovechan de las debilidades,
de aquellos con fuerza momentanea, de aquellos que olvidan que pisamos la misma tierra...

Que lo más importante es saber atravesar el fuego?
al diablo! yo me dejo abrazar como quien recibe una caricia
y me consumo, si la luz existe quizá la encuentre cruzando el humo,
que logra adormecerme, aunque sea por un momento.
 
Monday, February 05, 2007
Lo protagonizó Lorena cuando el reloj marcó 3:21 PM

Me subí en un taxi en la esquina de la calle las lomas, bajé el vidrio y le dije mi destino al chofer. Aproximadamente a los diez o quince segundos empecé a percibir un olor asfixiante a pezuña que empezó a llenarme la cabeza haciendo que sufra un ataque de pánico que duró unos cuantos minutos, me fumé la pezuña y mis pulmones seguramente la guardaron dentro de su infallable memoria, la parte sobrante se me fue directo al cerebro.
La pezuña tenía que provenir de los pies cochinos del taxista, no había otra solución, yo me conozco, yo soy una enferma con el aseo de los lugares remotos del cuerpo, como los oídos, el ombligo etc, pero muy especialmente con los pies...yo sabía entonces positivamente que esa pezuña no provenía de mis pies y ese hecho dejaba al taxista como "el gran culpable", la aturdida que me pegué fue tal que no recuerdo su cara, ni sus rasgos, ni lo que cargaba puesto, solo puedo recordar la pezuña penetrante, el hecho de que andaba en un taxi y un color grafitti en los ojos...llenándolo todo.
Pensé que con los químicos que constituían la pezuña y provenientes de su descomposición podrían tranquilamente ayudar a aquellos que están descubriendo sin descanso un arma nuclear de destrucción masiva planetaria, pensé, en un momento, cuánto tiempo me tomaría morir si continuaba expuesta a ese hedor...por un instante creí que no sobreviviría, pero aquí estoy, a salvo.
No recuerdo haber olido ese tipo de pezuña en ningún cercano, ya sea del tipo familiar o amistoso por tanto, debe ser de un tipo de pezuña difícil de encontrar, no es ese caramelo de mantequilla que resulta bastante común en los días de votación por ejemplo.
El sujeto parecía no estar muy familiarizado con el hecho de que tenía un serio problema en las patas, o sencillamente ya no gozaba de la bendición natural olfativa, (aunque a veces dudo un poco de las bondades del asunto), aún no entiendo como pudo ocurrir esto de otra manera.
Todo esto me puso a pensar en el hecho de que la pezuña de por sí es un hedor bastante íntimo, nadie debería de percibir un mal olor de ese tipo a menos que exista extrema confianza, entonces, a los niveles en que uno percibe una pezuña uno debería al menos ser capaz de reclamar, uno debería al menos ser capaz de decir por ejemplo: ECHATE ALGO EN LAS PATAS URGENTE! no como el mal olor de las axilas que se brinda descaradamente a todo el mundo, la gente desconocida, la gente que no se sube a TU taxi lo percibe, se da a todos!!! No se niega a nadie! El mal aliento al menos escoge a la gente a quien sus portadores deciden hablarle, bostezarles en la cara o sencillamente abrir el hocico a menos de dos metros, aunque a veces se sale por los poros (he olido casos serios).
Talvez todo esto sea solamente parte de la obsesión olfativa tan terrible de la que padezco pero sinceramente, dudo que se haya dado en la magnitud tan terrible como la que experimenté hoy al caer la tarde.
Se requiere más que simple mala suerte para tener una pezuña así, para tener un olor en las patas de ese grosor debes de ser cochino y eso es definitivo.
Creo que el efecto de la droga dura que inhalé ya se me fue, por tanto puedo acabar con este post con una queja para no perder la costumbre...
HABIENDO TANTO TAXI EN ESTA CIUDAD VINO A MI JUSTO A TOCARME EL DE LA PEZUÑA MAS PODEROSA QUE OLI EN TODA MI VIDA. El destino NUNCA falla conmigo!
 
Sunday, February 04, 2007
Lo protagonizó Lorena cuando el reloj marcó 9:00 PM
Cuando desperté hoy un hada me esperaba sentada en la almohada revisando un mapa con cara de perdida, había equivocado su destino y reclamaba uno de mis dientes a cambio de el que debía mostrarle a su reina, quien la había mandado a recolectarlo de algún niño viviendo la etapa de mudanza, pero me negué de manera rotunda!-Lo único que me falta es no tener un diente! atrevida! anda a buscar el diente donde debiste ir desde un principio!-pareció calmarse pero como último recurso me ofreció una moneda fingiendo pensar que era un buen negocio-Crees que vas a engañarme con veinticinco centavos de yen?-dije-debiste revisar bien las direcciones porque no puedo explicarte lo perdida que estás. Al oirme rompió a llorar y no es que su tristeza no me haya tocado pero, qué podía hacer yo por ella? -Debiste de haber estado muy distraida para haber querido llegar a Asia y venir a sentarte en el filo de mi humilde sudamericana almohada!- ella no paraba de llorar...pero su llanto me pareció bastante fingido...quería uno de mis dientes como sea...No ves tonta que mis dientes son demasiado grandes??? no te lo aceptarán! le dije tratando de consolarla aunque no realmente puesto que su sinceridad, a mis ojos estaba en duda.
Lo siento querida, nisiquiera mi bebé está en la época de perder los dientes y mi abuelita los perdió hace mucho tiempo-dije, a lo que respondió curiosa-No guardará alguno en uno de sus cajones? pregúntaselo! pregúntaselo! pregúntaselo!-BASTAAA dije algo molesta...no voy a preguntarle a mi abuelita algo tan estúpido como eso! como iba a guardar un diente??? Quién guarda un diente hoy en día?- YOOO-gritó con furia-Debiste de haber revisado bien las direcciones, ahora iras vacía para la próxima será, nos estaremos viendo en unos años por Martín...es lo único que puedo decirte...bajó la cabeza y replicó: Imaginé que no te convencería, además resulta difícil cuando no están flojos, y se fue dejando chispas doradas en el aire que pisaba con sus pequeños zapatos púrpura.
Luego desperté.
 
Friday, February 02, 2007
Lo protagonizó Lorena cuando el reloj marcó 11:03 AM
La imagen que el espejo ahora me devuelve es más neutral y fría, es diferente, lo roto se trasluce como en un escaparate verdoso redondo y triste, en donde nada logró venderse.
Las cenizas de lo que fui están expuestas y forman parte del cuerpo, no quieren irse, se dejan entrever en los gestos y en las sonrisas finjidas antes eufóricas, hace un tiempo aún inocentes...ahora calculadas.
Ya no hay tiempo, solo espera, ya no hay lucha, solo pasos, una escena eterna al lado del camino que a veces merece ser contemplada como quien recuerda, como quien ya se cansó de clamar, como quien dejó de creer, como quien mira sorprendido una película que ya se vio diez veces antes y que detesta.
No es un lamento, esto es mucho más que eso, no es nisiquiera una queja, es solamente un sollozo que pretende perderse entre mil, algunos aún más agudos. No es algo que quiero destacar, no es un momento ni un sentimiento del cual me sienta orgullosa, pero es una emoción que, fantasma o no, existe y de alguna manera tiene que salir.
Ojalá esta vez logre escaparse del todo escondida en el medio de algún lamento como tantos.