Disfruto mucho de hacer observaciones y análisis sociológicos extensos y profundos cuando me encuentro con una persona con características o costumbres inusuales, hay algunos ejemplos, y me he encontrado con gente BASTANTE RARA.
Por ejemplo: una compañera de mi mamá tiene el particular hobbie de asistir a velorios, realmente se ha convertido en su actividad favorita.
No confesaría jamás su edad, pero haciendo cuentas más o menos hipotéticas, se le calcularían unos 62 años, aunque realmente no los representa, (al parecer duerme sumergida en formol).
No se ha casado nunca, y dice tener una agitadísima vida social, cosa que, particularmente, pongo en tela de duda…al menos la mitad de lo que cuenta...tampoco tuvo hijos nunca…
Este personaje es muy particular, vale para mi colección, le imagino comprando el periódico todas las mañanas, antes de su caminata que dura el tiempo que le toma ir a la tienda a comprar el periódico, separando las páginas cuidadosamente al llegar a su casa y tirando a la basura todo menos las páginas que contienen los obituarios, y la selección se hace de esta manera:
Primero lee no muy detalladamente cada uno de ellos a ver si algo le resulta familiar, luego encierra en un círculo los que le quedan más cerca de casa, después (si no consigue encontrar algún pariente lejano o alguna persona que alguna vez le pidió la hora en la calle) llama a todas sus amigas a preguntar si alguno de esos fallecidos era algo para alguna de ellas, y en caso de no tener éxito, pide encarecidamente a sus amigas que pregunten a las amigas de ellas si algún familiar no se le ha muerto últimamente…si no consigue su propósito a través de todos estos pasos, entonces procede al plan D…EL SORTEO!
Luego de haber un ganador, abre su closet, y detenidamente examina su vestuario (en escala de grises) a ver cual va más acorde con el tipo de velorio.
Por ejemplo: si se trataba de una mujer muy anciana o muy enferma iba vestida de blanco, pues no debe de haber sido muy sorpresivo el suceso…de ser una persona muerta en un accidente y particularmente si era joven, entonces el color predominante es siempre el clásico negro, entre estas dos opciones existen las posibilidades de combinar pantalón blanco con blusa negra o viceversa. Cuando no conoce al muerto sencillamente va de gris.
Me la imagino ensayando frente al espejo las mil y una formas de dar el pésame a los familiares y amigos cercanos. Me la imagino llevando gafas para que la gente no sepa si esta llorando o no, estoy segura que, sin excepción se acerca a la caja mortuoria para darle al difunto su último adiós, y por ella y gente como ella (no creo que hayan muchos) se inventó la frase: ESA NO TIENE VELA EN ESTE ENTIERRO….