Un niño se cría a cuatro manos, ahora, no me queda duda de eso. Dos cabezas también se necesitan y un corazón y medio. Pensar en los pañales, en las onzas, en los goteros, en los doctores, en las férulas, en la torta de cumpleaños, en las ruedas tocidas del coche nuevo, en la garantía del esterilizador, en las botas ortopédicas, en los balones de fútbol, la cortada del pelo, el puré, las travesuras, las vacunas, los nuevos dientes. En la lista puedo pasarme años sin parar, sin parar nombrar todas las cosas de las que tengo que ocuparme, las cosas que me hacen abrir el ojo antes de dormir, agarrar un papel y anotar.
Un niño se cría a cuatro manos porque cuando se va a una matiné entregan sorpresas, caramelos, niño enmelado, sudor y papelitos en retazos, a veces también coche, chupones, y dos manos no alcanzan, no alcanza una cabeza para pensar donde te vas a poner el banquito de la sorpresa si tienes en una mano al niño resbalándose, poniéndote en la cara una paleta que tienes que probar porque no tienes espacio en las manos para lágrimas, y en la otra mano tienes el coche, los caramelos, en medio de las manos y entre las dos cosas tienes el globo que no quiere dejar, y el banquito me lo pongo...ya sé! en el culo!
Un niño se cría a dos cabezas porque mientras una tiene que pensar en las peores desgracias posibles, preocuparse y perder el control, la otra tiene que estar sobre la tierra, resolviendo como se lo lleva donde el doctor de emergencia, mientras una cabeza insulta al tipo porque no contesta a las tres de la mañana, la otra cabeza tiene que estar fría intentando por enésima vez.
Si me hubieran contado lo que iba a estar haciendo ahora, con mi hijo, habría pensado que es difícil, ahora, que lo hago pienso que es imposible.
Cuando se tiene un hijo nisiquiera cortarse las venas es una opción, sin importar cuan desesperado estés. Cuando se tiene un hijo no puedes pensar en la última opción de echarte al abandono y que se jodan todos y tu también, porque tienes que pensar en que tu hijo no puede joderse, no soportarías que se joda por tu culpa.
Es complicado ser mamá y estar sola, no se vuelve a dormir profundamente, no se vuelve a salir sin preocuparse, no se puede seguir siendo jóven del todo.
Las otras dos manos sirven para jugar los domingos, frescas y con ganas, mis manos los domingos están tan desanimadas, y mi cabeza está fundida de todas las cosas que he tenido que considerar, juego con mi hijo, pero pasan un par de horas y quiero salir corriendo, eso es una pena.
Si yo hubiera visto la película de mi maternidad antes, de haber podido cambiar algo en mi destino, lo más probable es que haya eso exactamente lo mismo. Como dice mi mamá: EL DERECHO A JODERSE ES SAGRADO.