Mi niñez, y la niñez de los niños de mi época ha sido, la representación perfecta del niño capitalista de tercer mundo, perfecta! Magistral! Si estuviera en el diccionario, o si nos tuvieran que dar una clase de historia en el año 2080 tendríamos que decir que el tiempo en que se construyó la noción política de los hombres capitalistas del tercer mundo tendrían que decir que fue aproximadamente desde el año 1980 y 1986. Los medios de comunicación como identidad, se han aprovechado de esto. Viajábamos a Estados Unidos (La República de Florida), tomábamos Coca-Cola y una botella de Coca-Cola ha estado presenste en los momentos más importantes de nuestras vida, la primera navidad de nuestros hijo, la primera comunión de nuestros hermanos, el bautizo de nuestros sobrinos, nuestros recuerdos de infancia, nuestras pesadillas, ahí estaba Coca-Cola. La primera vez que fuimos libres fue cuando nos dejaron ir a la tienda con nuestro hermano A COMPRAR UNA COCA COLA. Está metida en nuestros huesos, aunque no nos guste, no importa, es parte de nuestra identidad, está en nuestras células. Las grandes firmas, las que han hecho nuestra vida aunque sepamos que son una porquería. “Esa vez que quise cortarme las venas AHÍ ESTABAS GIILETTE.” “ Cuándo me hice mujer, AHI ESTABAS STAYFREE”
Tenemos que aceptar que aunque sea ridículo, cuando logras ser una persona solvente, te vas a Miami, no importa si eres realmente poderoso, talvez la diferencia es que te vayas en primera clase, pero igual a Miami, al mismo lugar, Cuando ibas era tan común encontrarte a tu profesora de ciencias, a la vecina de tu primo, a tu compañera en la academia de inglés, somos eso.
Somos el consumo, somos las grandes firmas, somos la ambición, somos el capitalismo, aunque no concordemos con las ideas que ofrece, somos parte de las grandes masas capitalistas.
Cuándo miremos de forma retrospectiva nuestros tiempos nos daremos cuenta que no fuimos parte de la diferencia, que no fuimos parte del cambio, sin importar que tanto nos quejemos.