Cuando tenía 14 años más o menos dejé de seguir las modas, porque simplemente ya no me interesó más todo eso, es un trip bastante cansado eso de andar pendiente de qué es lo que esta in y out, si alguna cosa llegaba a mi y me gustaba pues VENGA...pero en general acepto que soy amargada en todo sentido, incluso en la ropa y como me veo, no descuidada sino seca y simple...me gusta el negro y los jeans, sandalias porque me facilitan el ritual de sacarme los zapatos apenas llego a casa...y no uso maquillaje.
Hay ciertas cosas de la moda que me han gustado particularmente porque han ido con mi personalidad, o simplemente como ornamentos, talvez por razones estúpidas o incluso ridícula rebeldía, mi mamá siempre ha sabido que es imposible irse en contra de mis impulsos por lo que, si un día amanecía convencida de que iba a hacerme un tatuaje, ella me daba la plata, para que no vaya a caer a un lugar demasiado barato y ,por tanto, peligroso...al final del día tenía un tatuaje nuevo....esa locura me dió 3 veces, por supuesto ya no me pasará más, porque más de 3 tatuajes es demasiado, para mi gusto, además todos son chiquitos....
Lo primero que se me ocurrió fue el afamado arete en el ombligo que, cuando mi barriga comenzó a crecer a medida que Martín también crecía, me tuve que sacar, algo me hizo pensar que le iba a pinchar un ojo con eso...para entonces ya tenia 3 tatuajes, el primero se me ocurrió un día en el que amanecí con ganas de hacer algo diferente, lo planié muy bien pero todos los preparativos duraron medio día porque al llegar la noche ya tenía en mi cadera el símbolo OM...
Un año después (talvez menos) decidí hacerme el otro porque no hay uno sin dos...y al cabo de unas 42 horas tenía un reluciente tatuaje al final de la espalda...que me sacó lágrimas y creo que ha sido uno de los dolores mas grandes Y PLACENTEROS que he sentido en mi vida, porque estaban pinchándome todas las terminaciones nerviosas una por una y minuciosamente...
Pasaron los años y fui a visitar a mi prima en Madrid, un día, mientras caminabamos por la ciudad ví que estaban haciendo piercings en la lengua en un lugar que, según me dijo mi prima, era seguro y ella conocía, PARA QUE MAS INFORMACION ?, no regresé a la casa sin antes haberme perforado la lengua, acto que también me hizo patalear, y no solo por el momento sino por un par de semanas...
Cuando estaba viviendo en Buenos Aires en cambio, decidí concluir con mi demostración de rarezas corporales y hacer el tatuaje final de la trilogía, porque francamente NO ME GUSTAN LOS NUMEROS PARES, me hice un tatuaje en la muñeca izquierda (ahí donde uno se corta las venas), muchos me preguntan si no es peligroso y a esto respondo: NO TENGO LA MENOR IDEA, nisiquiera pregunté...
Unos meses después del tercer Y ULTIMO tatuaje me enteré que estaba embarazada...ese tatuaje escribe la palabra MAR en supuesto chino, aunque la verdad pudieron haber escrito cualquier cosa, pero me gusta...
Total, la maternidad me sorprendio con 3 tatuajes y 2 piercings...
Mi familia trató de convencerme durante todo el embarazo de que así no era como una madre debía de verse, ya sabes, todo ese cuento de que debía de ser una señora....la verdad, siempre le tuve miedo a esa palabra...
Como dije, el arete de el ombligo lo perdí por la INMENSIDAD DE PANZA que tenía cuando Martín...y estuve A PUNTO DE PERDER EL DE LA LENGUA pero ayer lo rescaté. Cuando tomé el arete y traté de cruzarlo me fue imposible por lo que tuve que ponerme hielo, respirar, y a la cuenta de 3 pasarmelo mientras me rompía la piel nueva que se había creado en la mitad del hueco ya...todo bien hasta ahora, sin novedad.
Si, tengo un piercing en la lengua y 3 tatuajes, no soy punkera (no es que haya algo malo en eso), no he seguido rigurosamente las modas, no estoy loca, no soy rayada, y si, soy mamá...