Estoy leyendo con Martín Peter Pan en los jardines de Kensington...y tenemos como mil años de diferencia de edad...pero creo que lo tripeamos igual, nos causa la misma emoción a él y a mi, pensar que talvez hace muy poco fue un pájaro...y que talvez podríamos espiar a las hadas algún día que visitemos Londres, o que cuando vemos a un pájaro llevar migas de pan en el pico es porque se lo llevan a Peter Pan...o que el pájaro Salomón es el que decide qué pájaro va a mandar para que se convierta en un niño...cuándo las mamás le mandan una carta....no recuerdo haberle mandado una, pero al menos me alegro de que haya sido un tordo...LOS BEBES MAS LINDOS!
Podemos vivir juntos la magnificencia de los cochecitos de bebés y nos imaginamos una fila entera de institutrices llevando a sus bebes al parque en carrito...super a lo inglés, nos faltaría el té...sé que tenemos la misma imagen, Martín y yo...
Le agradezco infinitamente a J.M. Barrie cuando veo a Martín con la mirada absorta en el libro mientras cambio de página y sentir la sensación desesperada de no saber qué es lo que va a pasar cuando siga leyendo...mantenernos a los dos igual de interesados aún cuándo yo soy la mamá y el es un bebé tordo...y realmente creo que si está conmigo, es porque quiere porque tiene alas todavía para poder volar...lejos de mí, hacía los pájaros a lo que está acostumbrado....después de haber alumbrado a miles de hadas con su primera sonrisa...
No necesito al sol para que mi cielo se ponga azul por ahí dice una canción en un musical que traduje muy mal, supongo, porque no necesito nada más que Martín y una buena edición de Peter Pan en los jardines de Kensigton y todo está BIEN, estoy divertida...y él también...tenemos más en común que la música...Martín y yo.