Julio Cortazar
He sido siempre bastante extraña, desde niña, he tenido siempre sueños que podían ser nombrados con cualquier sustantivo de manicomio, sueños despierta, conciente.
Recuerdo uno con particularidad, uno que se ha repetido desde que cuento, más o menos con 8 años. Soñaba con estar moribunda, despidiéndome de las personas que amo, siempre, con aire de melancolía pero en el fondo, feliz de irme, con tono heróico dictaba mi última voluntad, repartía bienes que no poseía, encargando el destino de hijos que no tenía, encontraba placer en las despedidas, mientras sea yo la que se fuera.
Nunca le tuve miedo a la muerte pero simepre fui conciente del temor que causaba en los demás en mi sueño la gente me rogaba que no me fuera, yo, con una sonrisa algo irónica, les decía que dentro de poco, no haría falta, bastente egoísta de mi parte.
Nadie muere en la víspera dicen, y a mi eso se me hace un poco cínico, falso...a mi, que he muerto un millón de veces antes de dormir, temprano siempre, porque al siguiente día había escuela.
Por el intercomunicador, Stevie Ray Vaughan, que murió en la víspera porque hace falta, murió pero vive, y se codea con la vida más pura, vive en el primer sony de mi hijo Martín, cuyos sueños , espero, no sean tan crudos al año como los míos a los ocho, ahora, yo, le tengo algo de temor a la muerte, y lo acepto, ya no tengo esos sueños, será cosa de la edad o será el producto inevitable de amar demasiado.
Quiero seguir escuchando por muchos años, blues de intercomunicador, la guitarra de Stevie y la risa de Martín, ahora, volveré a Cortázar, mientras sigo viva...talvez injustamente viva.
En memoria de Stevie Ray Vaughan 3 de Oct de 1954-27 de Agosto de 1990; y de la niña que fuí 17 de Marzo de 1983.....
