Los niños profesan un amor bastante cavernícola, pero visceral, casi envidiable...es el mismo amor que viven Martín y mi sobrino Jose Roberto, se aman, se detestan, se sacan la mugre, se insultan, se abrazan...todo en media hora...
Pasar del amor al odio es para ellos, nada, un parpadeo, un segundo...y todo eso se me antoja sublime!
A Joserro, que tiene 2 años, le prometen, para que tome la sopa, que lo van a traer a jugar con Martín...cuando Joserro está llorando, llaman a Martín para que ¨hable¨con él y de esa manera solucionar el altercado en casa, para que Joserro acepte vestirse, le dicen que se está poniendo una camiseta igualita a la que tiene Martín, para venir a la casa de Martín además...
Cuando lo ve, procede instantaneamente, con una sonrisa a quitarle los juguetes, cosa que a Martín no le molesta en lo absoluto, si no que disfruta por demás, luego no conforme con eso, y como buen cavernícola que asienta un golpe, donde le caiga...
A este hecho Martín se queda pensando...meditando, no llora jamás cuando el golpe proviene de Joserro...le resulta casi placentero al parecer...después de un par de minutos de haberlo meditado, procede a devolverle el golpe lo más fuerte que puede, golpe que a Joserro le viene de sorpresa y queda Martín como el agresivo de la película, a lo que responde ferozmente con un golpe venenoso...mortal, al que Martin no puede más que reaccionar de forma instantánea con un golpe más fuerte...luego de la tanda de golpes reglamentaria...comienzan los insultos, en los que hasta ayer Martín no participaba por incapacidad linguística.
Hasta ayer dije, cuando Joserro le gritó PUTA MAYE! y Martín trató de repetir pero le salió muy chueco, y Joserro, viéndose en ventaja repitió orgulloso PUTA MAYE! entonces, al ver que Martín estaba solo en la contienda, dije riendo...LA TUYAAA (porque la cosa también me salpicaba). Joserro reaccionó inmediatamente al sentir traición, injusticia, mi vocabulario es más extenso que el de él, no era justo que yo me metiera...entonces dijo fúrico PU-TA-MA-YEEEE!
Martín que es bastante rápido para captar fonemas, agarró los primeros dos ni bien terminó Joserro de pronunciarlos PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA...la contienda había terminado ante los ojos orgullosos de Joserro y mi asombro...empezó a enseñarle a decir la mala palabra, ya no EN CONTRA DE EL, sino JUNTO CON EL...decían PUTAPUTAPUTAPUTAPUTA y ambos soltaban carcajadas de gusto...todo terminó en un abrazo que duró demasiado...amoroso, meloso....de niños.
Creo que cuando se separaron Martín le fue jalando un poco de pelo, Joserro se quedó en su casa...no sé si se quedó llorando porque no quería dejar a su primo, o porque el jalón de pelo le dolió...pero creo que fue un poco de las dos cosas, aunque probablemente más de lo primero...