Friday, September 29, 2006
Lo protagonizó Lorena cuando el reloj marcó 11:37 AM

El hombre vive preso de sus propios discursos, enjaulado, esclavo de las falacias que crea su mente que es la más traicionera de todas, la peor enemiga de un ser humano.
Llegué a los DVD´s de esta serie GENIAL, por la milagrosa recomendación de una prima, el tope más alto de la violencia y sin embargo, un espejo del mundo.
Gremios que se entretejen, cada uno con sus historias, cada preso con su condena, con sus razones como todos nosotros, como todos, las historias son todas una misma, los gremios son todos un mismo discurso enfermo que encierra, encarcela.
Todos se sacan los ojos, todos condenan los crímenes de los otros y sin embargo todos son criminales, encerrados en una prisión dentro de una prisión de máxima seguridad, con vidrios en vez de barrotes, todos se ven en espejos, y quieren acabar con el otro porque en el fondo quieren acabar con ellos mismos.
Que parecido todo a la vida diaria, detestamos en los otros lo que en el fondo somos, estamos presos entre las paredes de vidrio de una carcel de máxima seguridad de la que no podemos salir, nadie escapa de si mismo, somos presos de nuestros propios discursos. La peor parte no es esa, no queremos salir, inconcientemente nos boicoteamos la salida.
Que curioso, dentro de la oscuridad se cola un rayo ínfimo de luz, en medio de la maldad extrema se recaudan fondos para cumplir los últimos deseos de niños moribundos, porque a veces, es bueno ser humano.
Los negros, los latinos, los homosexuales, los italianos, los musulmanes, los católicos, los nazis todos tienen una razón para matar, para hacer daño, razones que ellos tampoco creen. Tal como nosotros. Todos somos prisioneros en Oz.
La historia es tan, tan interesante, apasionante, porque Oz es nuestra propia mente. El que este libre de las inclemencias de su propia mente, de su locura diaria, de sus discursos enfermizos que lance la primera piedra.