Por alguna extraña razón en el universo, cuando oigo a un chino hablar mandarín toda la sangre de mi cuerpo viaja a mis patas. Siento que están planificando la manera de torturarme hasta darme muerte, nisiquiera tengo una pista leve de como será la tortura, nisiquiera me queda tiempo para prepararme.
Mi terror a los chinos me transforma en una verdadera discapacitada, me molesta, me resulta sumamente irritante. No me permite tratar con gente de manera libre, no me permite ordenar comida china con tranquilidad. Esto último particularmente es terrible. Cada vez que llamo a un restaurant chino espero a que me conteste el chico de los mandados, si oigo una voz gangosa y nasal que confunde la L con la R cuelgo de inmediato, con el corazón latiéndome a mil, y claro, siempre hay culpabilidad porque no es racismo, siento verdadera fobia, desesperación, se me activa un incontrolable instinto de supervivencia, querer salvar mi vida de las manos perversas de los macabros orientales.
Cuándo visité Madrid la mayoría de las tiendas eran puestos de alimentación cuyos propietarios eran chinos, claro, los nombres siempre eran ORIENTE o ASIA, pedir víveres ahí era una tortura, lo mismo pasaba en Argentina, y no me quedaba de otra que ir a repagar a los supermercados por el mismo producto, además de caminar el doble, y yo que siempre quiero evitar la fatiga.
Todo este asunto me molesta demasiado, tendré que hacerme una regresión o buscar a alguien, alguien que me explique, por qué carajo los chinos quieren matarme?!