Cuando desperté hoy un hada me esperaba sentada en la almohada revisando un mapa con cara de perdida, había equivocado su destino y reclamaba uno de mis dientes a cambio de el que debía mostrarle a su reina, quien la había mandado a recolectarlo de algún niño viviendo la etapa de mudanza, pero me negué de manera rotunda!-Lo único que me falta es no tener un diente! atrevida! anda a buscar el diente donde debiste ir desde un principio!-pareció calmarse pero como último recurso me ofreció una moneda fingiendo pensar que era un buen negocio-Crees que vas a engañarme con veinticinco centavos de yen?-dije-debiste revisar bien las direcciones porque no puedo explicarte lo perdida que estás. Al oirme rompió a llorar y no es que su tristeza no me haya tocado pero, qué podía hacer yo por ella? -Debiste de haber estado muy distraida para haber querido llegar a Asia y venir a sentarte en el filo de mi humilde sudamericana almohada!- ella no paraba de llorar...pero su llanto me pareció bastante fingido...quería uno de mis dientes como sea...No ves tonta que mis dientes son demasiado grandes??? no te lo aceptarán! le dije tratando de consolarla aunque no realmente puesto que su sinceridad, a mis ojos estaba en duda.
Lo siento querida, nisiquiera mi bebé está en la época de perder los dientes y mi abuelita los perdió hace mucho tiempo-dije, a lo que respondió curiosa-No guardará alguno en uno de sus cajones? pregúntaselo! pregúntaselo! pregúntaselo!-BASTAAA dije algo molesta...no voy a preguntarle a mi abuelita algo tan estúpido como eso! como iba a guardar un diente??? Quién guarda un diente hoy en día?- YOOO-gritó con furia-Debiste de haber revisado bien las direcciones, ahora iras vacía para la próxima será, nos estaremos viendo en unos años por Martín...es lo único que puedo decirte...bajó la cabeza y replicó: Imaginé que no te convencería, además resulta difícil cuando no están flojos, y se fue dejando chispas doradas en el aire que pisaba con sus pequeños zapatos púrpura.
Luego desperté.