Labels: delirios de madrugadas, menestra simbólica
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At 5:31 PM, Guido Tanoni
sabe? hay varias cuestiones con esto de los paréntesis. Se ve que es una especie de trama oscura, de triángulo de las bermudas literario. No sé si tuvo el (des)agrado de leer a Faulkner alguna vez (yo en este caso haría "ojos sordos" al paréntesis -justamente-), pero si lo leyó sabrá que realmente tiene algo con esas benditas marquitas curvas. Al respecto, Girondo escribió alguna vez: "Los paréntesis de Faulkner son cárceles de negros", y fehacientemente puedo asegurarle que en toda la cursada de literatura de estados unidos no pudieron definirlos mejor.
Bueno, le (misivamente) dejo un beso.
Bueno don holiveira, qué le diré...sobre los paréntesis, estaba pensando más en los que se ven en el msn cuando la gente se pone (ausente), se supone que debe de sentirse como una especie de vacío y sin embargo, comprobamos que de repente esa misma gente, en forma de fantasma virtual, se dirige a nosotros. La palabra AUSENCIA pierde su sentido, (como todas las palabras) para transformarse en un vacío que contiene, palabras.
No leí a el señor Faulkner, como no leí un montón de señores, felizmente (para mi) las letras no parecen agotarse jamás.
Me complace mucho que ande por aquí, y que se enrede en tallarines simbólicos, tal como su homónimo "cortazareano".
Se le devuelve el beso, aunque renovado.