No hay nada como llegar a los 24 años y sentirse abuela, que tu hijo tenga un muñeco que cuide, vista, y arrastre por toda la casa a todas horas del día...
Yo, siempre he tenido juguetes, cuando dí a luz llegó mi hijo en medio de mis juguetes que traté de depurar por los asuntos de las diferencias de género, me pareció prudente, sin embargo, dejár entre mis cosas un muñeco que parece bebé que traje de Madrid, que tiene la virtud extra (aparte de ser hermoso, según yo porque la gente dice siempre que les daba un poco de miedo) de llorar, temblar cuando le apretas el pecho...ahora cuando mi hijo se tropieza y se cae hay un llanto fuerte y un eco con un toque robótico que lo sigue de manera inmediata.
Un día será papá pensé...no quiero que siga los patrones que ha seguido el resto de los hombres de mi familia y de la de él, así que permití que se adueñara del muñeco sorprendido por su apariencia a un bebé. -Bebé! me dijo- y en ese momento nació una complicidad entre esa cosa y él, Martín cuida a ese bebé que ya no oigo llorar hace dos días porque el bebé ya no se cae (aunque se caiga Martín y sí, ya revisé las baterías) el bebé maldito se salva de todas las torturas que sufre a diario Martín por el agravante de estar aprendiendo a caminar bien y más rápido y encima tener una aguda metedura de pata (literalmente)
Cuándo el médico experto, el traumatólogo infantil vió a mi hijo, me dijo literalmente como a la madre de Forrest Gump...-Su hijo es el niño más chueco que he visto en años de carrera-...Yo, cerré los ojos y se me vinieron a la mente imágenes de bisturíes y clínicas, anéstesias, camillas, inmovilidad, a lo que el médico reaccionó de forma instantánea para calmar mi próximo estado de histeria...PERO SE PUEDE ARREGLAR CON UNAS FERULAS!...de eso hace un tiempo, ahora son las botas que pesan una tonelada cada una y una patada con esas botas si que DIOS BENDITO! no se la deseo a nadie...de esas que yo recibo cada 3 horas y que sacan lágrimas de mis ojos que igual no desdibujan mi falsa sonrisa para que no se asuste, porque las patadas, por lo general, son obviamente NO intencionales...
El muñeco no se puso "inutero" en una posición extraña, ni salió chueco...pero él tiene la suerte de no caerse nunca, aunque Martín coma tierra...en sus intentos de correr sin chuequear...a pesar de ser llevado por él hasta a la tina de baño a lo que hay que alegar que el bebé está enfermo de gripe y no se puede meter al agua...aunque, porque queremos evitar que te electrocutes- sería la respuesta correcta, pero siempre hay que disfrazarle un poco las cosas para que él pueda llegar a entenderlas...
El está cuidando ese bebé y si llora yo le pregunto seria -qué le pasó al bebé? mientras él mismo, aunque llenandolo de abrazos y besos a esa cosa, descubre el mundo, mi hijo ha descubierto solo, lo que es tener una responsabilidad...hoy decidió ponerle una pijama, llegué a la casa y encontré al bebé con otra ropa...-Martín se la puso-me dijeron, dije AHHH QUE LINDO-Pijama-me dijo enseñándome la ropa del muñeco, le dije SIIII está hermosa mijito (era un enterizo sarnoso azul eléctrico con un camión de bombero dibujado que usaba él jeje) en ese momento pensé a tan pocos días de cumplir 24 años que podía, de alguna remota forma, decir que he sentido lo que siente una abuela...estoy vieja! pensé primero, luego, apareció en mi conciencia la parte que habla más duro, la que reprime, la que prohibe y dijo, ESTAS ENFERMA!y todas las otras voces gritaron, BUENO SI, TAMBIEN con la cabeza baja.
Una maternidad bastante extraña con una criatura bastante extraña...pero divertida.